sábado, 21 de mayo de 2011

Bloque V


FORMAS DE TRANSMISIÓN LITERARIA ORAL

En este último bloque, Irune ha explicado las formas de transmisión literaria, que son tres: cuentacuentos, la narración con libro y la lectura.

Cuentacuentos:

El cuentacuentos es la técnica más antigua de todas, existía antes de que existieran los códigos escritos para las lenguas, y se usaba porque la gente no sabía leer. Aunque la lectoescritura se va introduciendo en infantil, un niño de infantil no lee con mucha fluidez, por lo que esta estrategia es muy útil.

El cuentacuentos consiste en narrar un cuento, un texto breve literario, de ficción. No utiliza referencias visuales, es decir, no se enseñan dibujos, de hecho, el objeto principal del cuentacuentos es que los receptores desarrollen su capacidad de imaginación. Por los devenires sociales, los niños de ahora viven en una era visual, todo son imágenes, así que están perdiendo la capacidad de imaginar. Tenemos que intentar que los cuentos que les contemos no los hayan visto en imágenes, películas… que los niños conozcan, para que puedan imaginar desde cero.

Los cuentacuentos también se han puesto de moda entre los adultos y, por eso, hay muchos cursos de “Cuentacuentos de sala” y no tienen nada que ver con los infantiles. En los “Cuentacuentos de sala” los que narran son actores que se aprenden de memoria una historia y tienen que saber cómo transmitirla en público (entonación, volumen, cambios de voces, gesticulación, movimientos…), son un monólogo de una historia de ficción. Por eso, si buscamos un curso de cuentacuentos es necesario fijarse si es para infantil o para adultos. 

Por lo tanto, cuando contamos un cuento a los niños no debemos aprendérnoslo de memoria, sino que debemos tener claro el hilo argumental y recrearlo según la respuesta de los espectadores. Nos tenemos que acomodar a sus reacciones, incluso, interaccionar con ellos, preguntarles cosas (no solo preguntas retóricas, sino preguntas reales) y dejar que participen en el cuento.

Si se les va a contar un cuento a los niños, hay que decirles que les vamos a contar un cuento, no que lo vamos a leer, porque no hay que confundir estos dos términos, y menos en esta etapa del desarrollo de los niños.

En un cuentacuentos hay que ser expresivo con la voz y con el cuerpo, pero no para que el niño lo entienda mejor, sino para que disfruten más con el cuento. Se pueden cambiar las voces de los personajes, pero es muy difícil poner más de tres o cuatro voces distintas sin tener una formación artística, así que, si aparecen muchos personajes y cambiamos solamente tres voces, luego se pueden liar los niños con la historia. Cambiar las voces en los cuentos no es algo necesario, ya que a los niños no les gusta más una cosa que otra.

Puedes utilizar diferentes recursos para el cuentacuentos. Por ejemplo, puedes utilizar una marioneta o un muñeco para contarles el cuento, te puedes disfrazar usando pequeños detalles que hacen referencia al cuento o te puedes disfrazar usando un personaje creado por los niños para contar los cuentos. Incluso, el cuento se puede acompañar con una música o un detalle, ya que antes del cuento les crea interés por el cuento que van a escuchar y da más magia. 

Los cuentacuentos también pueden ser en verso, recitando un poema (declamación), pero aquí sí que nos los tenemos que aprender literalmente para luego contarlos.


Narración con libros:

La narración con libros, como su propio nombre indica, implica que tengamos un libro y que contemos ese libro. Y, ¿cómo se cuenta ese libro? Enseñando los dibujos. Lo primero que debemos hacer es introducir el libro que vamos a contar y después abrirlo y contarlo con nuestras propias palabras, no con las del libro, y apoyándose en las ilustraciones que aparecen. También, se puede interactuar con ellos.

Para hacer una narración con libro, los libros tienen que tienen que ser de un tamaño grande y con las ilustraciones grandes. También, se pueden proyectar las imágenes utilizando las TIC.

Esta es la estrategia que más se utiliza en el primer ciclo, ya que los niños del este ciclo, al ser más pequeños, tienen menos vocabulario, expresiones… Y aquí, sí que les ayudan las imágenes a la comprensión del cuento.

Esta técnica trabaja también el razonamiento icónico, que consiste en entender y aceptar que hay cosas que representan la realidad pero no son la realidad. Es un grado de abstracción que los niños de esas edades están empezando a obtener. El razonamiento icónico se desarrolla entre los 2 y 4 años, por eso esta forma de narración es muy buena para que se trabaje este razonamiento. 


Lectura:

La lectura se debe reservar más para el segundo ciclo de infantil, porque una lectura es muy aburrida para niños más pequeños ya que hay que interactuar más. 

La lectura sirve para dar a los niños de este ciclo unos modelos de lectura adultos, tienen que escuchar cómo se lee. Se puede leer un libro con ilustraciones o simplemente un texto impreso en una página. Hay textos que están muy bien escritos y son adecuados para leer. 

Si leemos un libro con ilustraciones, se puede leer y enseñar las ilustraciones a los niños, pero tenemos que utilizar libros grandes. Lo malo de esta opción es que se corta la lectura. Otra opción sería leerlo mientras lo enseñamos, aunque es más complicado de leer. También, se pueden utilizar las TIC y escanear las imágenes y escribir el texto por detrás. Aunque, sin duda, la mejor opción sería leer primero el cuento y, una vez que se haya leído, enseñar las ilustraciones, de esta forma se trabajaría el modelo de lectura, el razonamiento icónico y la paciencia. 

La lectura debe ser expresiva pero no exagerada. No se deben cambiar las voces de los personajes de lectura, porque es el modelo de lectura a seguir, así que se debe leer como leen las personas mayores. 

Antes de leer el cuento, se puede hacer una ambientación en la que creamos expectación en los niños y luego se cuenta el cuento. Una vez que hemos leído el cuento, no debemos hacer preguntas de comprensión, porque no los niños no se quedan con todo la primera vez que le leemos un cuento, así que tenemos que hacer preguntas objetivas (¿os ha gustado el cuento? ¿qué es lo que más os ha gustado?...).

1 comentarios:

Irune Labajo dijo...

Muy bien.

Las preguntas deben ser subjetivas y no funcionales.

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